Apoyo total a Porky
Una mañana que debía ser de celebración y esperanza en Villa María del Triunfo casi termina en tragedia. El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, estuvo a punto de ser víctima de un atentado contra su vida durante la ceremonia de inicio de obras en la avenida Acomayo. Lo que parecía un acto común de gestión municipal se convirtió en una escena de terror y conmoción nacional, tras descubrirse que un individuo armado pretendía disparar contra el burgomaestre.
El incidente ocurrió cuando López Aliaga pronunciaba un discurso ante decenas de vecinos, funcionarios y medios de comunicación. De pronto, un sujeto —de unos 30 años, vestido de manera formal con camisa y corbata— fue reducido por agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), que actuaron con rapidez y valentía. El hombre portaba un revólver cargado, listo para accionar.
“Gracias a una eficiente labor de inteligencia, la Policía Nacional detuvo a un sujeto que portaba un arma de fuego en VMT. Los agentes PNP lo capturaron cuando se encontraba a inmediaciones de un evento del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga”,
señaló el Ministerio del Interior a través de sus redes oficiales.
Según informaron fuentes policiales a RPP Noticias, el detenido se encontraba a solo 15 metros del estrado, observando atentamente cada movimiento del alcalde. Los efectivos del orden sospecharon de su actitud nerviosa y lograron interceptarlo justo antes de que sacara el arma de entre sus ropas. Un segundo más tarde y la historia podría haber sido otra.
Las imágenes difundidas muestran el momento exacto de la intervención: confusión, gritos, empujones y rostros aterrados. El público no entendía lo que pasaba, mientras los policías actuaban con precisión quirúrgica. Segundos después, el evento fue suspendido de inmediato, y López Aliaga fue evacuado por su seguridad, entre aplausos, lágrimas y rezos de sus simpatizantes.
“Tenemos que salir”,
se escuchó decir a uno de los miembros de su equipo, mientras el alcalde descendía del estrado visiblemente impactado.
Fuentes cercanas al despacho edil confirmaron que todas las actividades del día fueron canceladas y que se reforzarán las medidas de seguridad en todos los actos públicos del alcalde. No se descarta que el ataque haya sido premeditado, y los investigadores ya realizan pericias balísticas y psicológicas al detenido para esclarecer sus motivaciones.
El sospechoso, que no opuso resistencia, fue trasladado al Depincri de Villa María del Triunfo, donde permanece bajo custodia. Los primeros reportes indican que habría intentado mezclarse entre el público para acercarse al alcalde y ejecutar el ataque sin levantar sospechas.
La rápida reacción de la policía evitó una catástrofe nacional. Las autoridades no descartan que el intento de atentado esté relacionado con motivos políticos o ideológicos, dado el clima de tensión y polarización que atraviesa el país.
El hecho ha generado profunda preocupación entre la ciudadanía y el mundo político. Varios líderes y figuras públicas expresaron su solidaridad con el alcalde de Lima, repudiando este acto cobarde.
“Hoy todos debemos unirnos en defensa de la vida, la paz y la democracia. Rechazamos cualquier forma de violencia”,
comentó un dirigente edil cercano a López Aliaga.
Este suceso ocurre pocos días después del altercado sufrido por el precandidato presidencial Phillip Butters en Juliaca, donde fue agredido por manifestantes. Ambos casos revelan un peligroso incremento de la hostilidad y el odio político en el país, justo cuando el proceso electoral comienza a tomar forma.

Desde este medio expresamos nuestra solidaridad total con el alcalde Rafael López Aliaga, víctima de un intento de asesinato que pudo teñir de sangre la política nacional. Exigimos una investigación profunda, sin tintes partidarios, y un refuerzo inmediato de la seguridad para todas las autoridades y candidatos.
¡Basta de violencia! ¡Basta de odio!
El Perú no puede permitir que la intolerancia se imponga sobre la vida y la democracia. Hoy, Lima respira aliviada… pero también alerta, porque la amenaza estuvo a solo segundos de convertirse en tragedia.



