Televisión

Asi Butters acabo para siempre con los caviares de RPP

Lo que pasó en la cabina de RPP fue un terremoto en vivo. Nadie lo esperaba, nadie lo veía venir y, sin embargo, sucedió con una fuerza que dejó mudos incluso a los más curtidos oyentes del noticiero. Phillip Butters, polémico, frontal y totalmente desatado, protagonizó uno de los intercambios más tensos y ruidosos del año frente a Fernando Carvallo y Mavila Huertas, dos figuras conocidas en el periodismo peruano y constantemente señaladas por sus críticos como parte del sector “caviar”.

Desde el primer minuto, Butters llegó filoso, encendido y sin la menor intención de suavizar su mensaje. Y es que, al recordar los años más duros de la historia reciente del país, abrió una puerta emocional que marcó todo el debate. Con voz firme y tono desafiante, soltó una frase que dejó a los conductores mirando al vacío:

“Nunca pensé, a pesar de ser de la generación de los 80, que Sendero Luminoso pudiera llegar al Palacio de Gobierno… y llegó.”

La cabina se tensó. Los silencios se hicieron largos. Butters continuó, y cada frase era más dura que la anterior. Explicó que para muchos peruanos jóvenes el terrorismo es apenas un capítulo de los libros escolares, pero para su generación fue una pesadilla diaria: hiperinflación, colas para el pan, explosiones en cualquier momento, y la desesperación de encender RPP para que Miguel Humberto Aguirre intentara calmar a un país en pánico.

Su relato fue tan crudo y directo que por momentos parecía que el tiempo volvía atrás. Y luego vino la arremetida más fuerte: su afirmación de que Sendero Luminoso llegó al poder con Pedro Castillo. La frase retumbó. El ambiente se volvió incómodo. Y aun así, Butters siguió adelante, mencionando nombres, responsabilidades, heridas abiertas, e insistiendo en que, a su juicio, esa tensión todavía sigue viva.

En ese clima cargado, Fernando Carvallo intentó retomar el control del programa. Lo interrumpió, lo encaró y lanzó una frase que desató lo que vendría después:

Carvallo: “Usted odia a otros partidos políticos.”

Butters, rápido como un rayo, devolvió el golpe:

Butters: “Yo no odio al APRA, no odio a Acción Popular, no odio a Renovación.”

Pero Carvallo insistió. Subió el tono. Empujó más:

Carvallo: “Caviares hay, pues, caviares… usted es uno de ellos.”

Y fue ahí cuando Phillip Butters soltó la línea que incendió las redes sociales, la frase que miles repitieron después entre carcajadas, sorpresa y polémica:

Butters: “Perdón… te odio a ti, no sé.”

¡BOOM! RPP se quedó sin aire. Mavila Huertas miró a la mesa, Carvallo quedó congelado y los oyentes prácticamente podían escuchar el crujido de los auriculares mientras la tensión explotaba. Fue un momento televisivo y radial que quedará archivado como uno de los más agresivos, directos y brutales del año.

A partir de ese instante, el control del programa se les fue de las manos. Butters tomó el mando del debate, no cedió terreno y continuó hablando con una seguridad desbordante, mientras Carvallo y Mavila intentaban recomponer el orden del espacio. Pero ya era tarde. El público, las redes y los titulares ya tenían su historia: una paliza mediática, un choque frontal del que ninguno salió igual.

Lo que pasó ese día en RPP no fue una simple entrevista: fue un duelo, un enfrentamiento sin filtros donde cada palabra fue un golpe y cada silencio, un nocaut psicológico. Y como suele ocurrir en estos choques explosivos, el eco seguirá sonando por mucho, mucho tiempo.

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