Durisimo final para exesposo de Maju
La historia que parecía una simple disputa entre dos hombres por amor se ha convertido en un verdadero thriller judicial digno de una telenovela. Gustavo Salcedo, aún esposo de la exreina de belleza Maju Mantilla, enfrenta el capítulo más oscuro de su vida: podría terminar tras las rejas. Lo que comenzó como una guerra de celos se transformó en una acusación de tentativa de homicidio, con un expediente que, según la defensa del productor Christian Rodríguez, rebosa de pruebas impactantes: mensajes, fotos y videos que revelarían una obsesión enfermiza y peligrosa.
De la rivalidad amorosa al intento de homicidio
Según el testimonio de la abogada Gabriela Navarro, defensora de Rodríguez, su cliente ha vivido meses de auténtico terror. La letrada asegura que el empresario lo perseguía, lo vigilaba y lo acosaba sin descanso desde mayo de 2025. Pero el último episodio fue el que colmó el vaso: un choque vehicular que, de no haber sido por un movimiento rápido, habría terminado en tragedia. “Si Christian no se apartaba en ese instante, hoy estaríamos lamentando una muerte”, afirmó con contundencia Navarro frente a las cámaras del programa Día D.
Las imágenes y testimonios presentados por el programa dejan poco espacio para la duda: Gustavo Salcedo habría desatado una cadena de agresiones motivadas por los celos y la ira. El primer incidente, narran los testigos, ocurrió en el malecón de Miraflores, donde Salcedo interceptó a Rodríguez durante una rutina de ejercicios y lo golpeó. En una segunda oportunidad, lo habría seguido en bicicleta, gritándole insultos y amenazas. Pero el tercer y más violento episodio fue el del reciente choque, que dejó al productor herido en la cabeza y marcó el inicio de una batalla legal que promete sacudir el mundo del espectáculo.
Una defensa desesperada y un futuro incierto
El abogado de Salcedo no tardó en dar su versión. En un intento por humanizar a su cliente, declaró que su defendido atraviesa una “situación emocional gravísima” tras la ruptura con Maju Mantilla. Según explicó, Salcedo habría actuado movido por el dolor y la desesperación de ver destruido su matrimonio, su familia y su reputación. “Está emocionalmente devastado. Se enfrentó a quien él considera responsable de arruinar su vida”, sostuvo.
Sin embargo, la opinión pública no parece dispuesta a perdonar. Las redes sociales arden con comentarios de indignación y repudio, mientras la Fiscalía evalúa las pruebas que podrían sellar el destino del empresario. Para muchos, no hay justificación posible: la violencia nunca puede ser explicada por el dolor amoroso. Y aunque su defensa insista en que se trata de un hombre quebrado por la traición, lo cierto es que los delitos que se le imputan —acoso, reglaje, coacción, lesiones y tentativa de homicidio— podrían llevarlo directo a la cárcel.
El ocaso de un matrimonio y el silencio de Maju Mantilla
En medio del escándalo, Maju Mantilla ha optado por el silencio. Fuentes cercanas aseguran que está enfocada en proteger a sus dos hijos y alejarse del torbellino mediático que rodea a su aún esposo. Sin embargo, su figura sigue siendo el epicentro emocional de la tormenta. Las cámaras la siguen, los titulares la nombran, y cada gesto suyo es analizado al detalle por un público ávido de respuestas.
Mientras tanto, la abogada Navarro ha pedido a la Fiscalía que actúe con rapidez para evitar una tragedia mayor. “Esto no puede seguir así. Mi cliente teme por su vida. Exigimos la detención inmediata del denunciado”, declaró con firmeza.

Un desenlace trágico e inevitable
Todo indica que Gustavo Salcedo está frente a un abismo sin retorno. De ser encontrado culpable, podría enfrentar varios años de prisión, marcando un triste final para quien alguna vez fue un reconocido empresario y esposo ejemplar. Su caída, pública y dolorosa, se ha convertido en una advertencia sobre cómo la ira, los celos y la obsesión pueden destruir vidas y reputaciones.
El caso Salcedo–Rodríguez no solo ha dejado heridas físicas y emocionales, sino que ha expuesto los rincones más oscuros de una historia que empezó con amor y podría terminar entre rejas. Una tragedia moderna donde el glamour se mezcla con la violencia, y donde la justicia decidirá si Gustavo Salcedo pasa de las portadas de espectáculos… a las frías sombras de una celda.



