Es un maldit0: audios lo hunden
“Acá o firmas, o te agarro de patitas en la calle por adulterio e infidelidad.”
Con esta frase demoledora, el aún esposo de la ex Miss Perú Maju Mantilla, Gustavo Salcedo, desató una tormenta mediática sin precedentes. El programa Magaly TV La Firme difundió un nuevo y explosivo audio grabado el 9 de septiembre, durante una entrevista exclusiva con el deportista, que deja al descubierto el nivel de presión y manipulación al que habría sido sometida la conductora de televisión en pleno proceso de conciliación con su pareja.
Lo que parecía un simple conflicto matrimonial ha tomado ahora tintes de chantaje emocional y amenazas veladas. En el registro difundido por Magaly Medina, Salcedo habla con frialdad sobre cómo planeó “invitar” a Mantilla a firmar un acuerdo que, según él, la dejaría sin derecho alguno sobre los bienes compartidos. Su tono es intimidante y calculador: “La invito a conciliar el 12 de marzo, le enseño gran parte de las pruebas. Acá o firmas o te agarro de patitas en la calle por adulterio e infidelidad, mejor concilia”, se escucha decir sin titubeos.
El contenido de los audios ha generado indignación nacional. Las redes sociales se encendieron apenas se emitió el reportaje, y la opinión pública no tardó en pronunciarse. Muchos califican las declaraciones como una forma de violencia psicológica y patrimonial, en las que el esposo de Mantilla habría intentado doblegarla bajo amenazas de desalojo y exposición mediática.
Pero el escándalo no termina allí. En otro fragmento del audio, Salcedo deja ver su intención de quedarse con casi todo el patrimonio compartido, incluyendo las propiedades en el norte del país. “El final de la conciliación es que yo básicamente me quede en la casa, con los chicos, y ella en otro sitio bajo regímenes de visita. Todas las inversiones, en el norte, etc., yo me las quedo”, señala con total naturalidad, dejando en claro que el supuesto acuerdo no era equitativo, sino una jugada legal para quedarse con todo.
La situación se torna aún más tensa cuando se revelan los detalles sobre la convivencia en la vivienda familiar. Según el propio Salcedo, ambos habrían acordado seguir viviendo juntos durante tres meses después del acuerdo, plazo que vencía el 10 de julio. Durante ese periodo, él asegura que Maju “se portó en la línea de la moral” porque “no era amor al chancho, sino al chicharrón”, una frase que ha sido interpretada como una burla machista e hiriente hacia la madre de sus hijos.
La revelación de estos audios ha abierto una caja de Pandora en torno a la imagen pública del exdeportista. Mientras que algunos lo acusan de ejercer control, manipulación y violencia verbal, otros señalan que se trata de una estrategia mediática para desprestigiarlo. Lo cierto es que las palabras dichas por Salcedo —y ahora escuchadas por todo el país— dejan muy poco espacio para la interpretación.
La disputa por los bienes continúa siendo otro de los puntos más delicados. Ambos figuran como propietarios en varios inmuebles, lo que complica la separación patrimonial. Salcedo, en tono desafiante, aseguró: “Más que nada era como si quisiera arreglar las cosas para quedarse en la casa también con los hijos y sabía que si yo no estaba contento, simplemente la saco de la casa.” Estas declaraciones han sido vistas como una confesión pública de presión y amenaza, lo que podría tener consecuencias legales graves.
Por su parte, el abogado de Gustavo Salcedo, Jorge Petrozzi, intentó poner paños fríos a la polémica, señalando que “habrá que esperar las acciones que ella tome” y que su cliente responderá conforme a la ley. Sin embargo, las declaraciones del letrado no han logrado calmar las aguas.
Maju Mantilla, cansada de los ataques y la exposición pública, rompió su silencio con un mensaje contundente: “No permitiré que se me siga dañando y apelaré a todos los mecanismos judiciales que la ley me asista para hacer valer mis derechos.”
El caso ha traspasado la frontera del espectáculo para convertirse en un debate nacional sobre violencia de pareja, manipulación emocional y abuso de poder dentro del matrimonio. Mientras tanto, los audios siguen circulando en redes, y cada palabra grabada de Gustavo Salcedo se convierte en una nueva herida pública para una de las reinas más queridas del país.
— sin mermeladas (@sinMermeladaspe) October 17, 2025
“No era amor al chancho, sino al chicharrón.”
Una frase que pasará a la historia, pero no como un chiste, sino como el símbolo de una relación rota por la amenaza, el control y la humillación.



