Porcella lo que dijiste ningun peruano te lo perdonara jamas
El nombre de Nicola Porcella vuelve a sacudir las redes y los titulares. Esta vez, no por un nuevo proyecto televisivo o por su vida amorosa, sino por algo mucho más delicado: una aparente traición al Perú, su tierra natal. El actor, recordado por su paso en realities peruanos, se convirtió en el blanco de críticas luego de su participación en el programa “Montse y Joe” de Unicable, donde se negó a reconocer públicamente sus raíces peruanas, desatando una tormenta mediática.
“Mi sangre es mexicana”: la frase que incendió las redes
Durante una dinámica espiritual guiada por una terapeuta en el set del programa, Porcella fue invitado a agradecer a la tierra que lo vio nacer. Lo que parecía un ejercicio inocente se transformó en un momento de tensión nacional cuando el conductor respondió sin dudar:
“Mi sangre es mexicana”.
El estudio estalló entre risa nerviosa y asombro, mientras la terapeuta insistía en que repitiera correctamente la frase: “Mi sangre es peruana”. Nicola, visiblemente incómodo, accedió, pero el daño ya estaba hecho. En segundos, las redes sociales comenzaron a hervir con mensajes de indignación, acusándolo de renegar del Perú y abrazar otra nacionalidad por conveniencia.
El silencio incómodo y la incomodidad en el set
Las cámaras no pudieron ocultar el gesto tenso del actor. Cuando la terapeuta le pidió decir otra afirmación:
“Mi primer éxito en la vida fue haber nacido en Perú”,
Porcella, entre risas forzadas, respondió:
“Eso me va a costar”.
El público captó la incomodidad y el ambiente se tornó pesado. La escena, que debía ser emotiva, terminó convertida en un espectáculo incómodo, donde la identidad del actor parecía desvanecerse frente a los reflectores.
“Peleado con la Pachamama”: un conflicto con sus raíces
Al finalizar el segmento, la terapeuta fue contundente:
“Estabas peleado con la madre tierra, la Pachamama”.
Nicola, tratando de restar seriedad, respondió entre risas:
“La Pachamama, güey, de Perú”.
Pero la frase, lejos de aliviar, encendió aún más el fuego. Para muchos, fue una muestra clara de que el actor ha roto su conexión con su origen. En redes, se multiplicaron los comentarios de compatriotas decepcionados, que no dudaron en tildarlo de “malagradecido” y “renegado de su patria”.
Un país dividido entre la indignación y la defensa
En cuestión de horas, #MiSangreEsMexicana se volvió tendencia. Los peruanos expresaron su indignación por lo que consideran una falta de respeto hacia el país que lo vio crecer, mientras algunos fanáticos mexicanos lo defendieron, argumentando que Nicola simplemente intentó mostrar cariño hacia la nación que lo acogió.
Sin embargo, para miles de peruanos, no hay excusa posible. “Podrás vivir donde quieras, pero tu sangre siempre será peruana”, escribieron algunos usuarios. Otros recordaron que fue en Perú donde Porcella alcanzó la fama y el reconocimiento, y que “negar su nacionalidad es negar su historia”.
— sin mermeladas (@sinMermeladaspe) October 8, 2025
Un símbolo de la pérdida de identidad
El episodio ha abierto un debate más amplio sobre el sentido de pertenencia y el orgullo nacional. ¿Puede un artista “renacer” en otro país y dejar atrás sus raíces? ¿O está moralmente obligado a mantener viva la llama de su patria, sin importar dónde esté?
En un mundo globalizado, muchos artistas migran en busca de nuevas oportunidades. Pero en el caso de Nicola, su respuesta sonó menos como una búsqueda espiritual y más como una declaración de desapego.
Mientras tanto, el Perú observa con desilusión a uno de sus hijos más mediáticos, que parece haber olvidado el suelo que lo vio nacer. Algunos incluso lo han bautizado ya como “el traidor de la Pachamama”, símbolo de una generación que, por fama o conveniencia, deja atrás su bandera con una sonrisa incómoda.