Se acabó todo para el Zorro Zupe
Dicen que el hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Frase que puede describir perfectamente lo que le sucedió al polémico conductor de TV, el Zorro Zupe.
Y es que en el programa de TV, “Válgame” estuvieron hablando con Mirella Huamán, madre de la pequeña que terminara sus días en manos de un psicópata, y el Zorro Zupe tuvo duros calificativos hacia la madre de la pequeña a la que trató como “Inhumana” y “Bestia”.
Claro está que los dichos del conductor no pasaron inadvertidos y se generó una gran polémica en todo el país ya que el Zorro Zupe no tenía ninguna razón o necesidad de hablar de esa manera a una madre que acababa de perder a su hijita.
Fue entonces que varios conductores, periodistas, y hasta gente de la Defensoría del Pueblo se pronunciaron en contra de los dichos del Zorro Zupe, y exigieron un retractación, un pedido de disculpas y también llamaron a las autoridades de Latina a que tomaran medidas al respecto.
Medidas que llegaron en la hace instantes, ya que se acaba de conocer la noticia que da cuenta que las autoridades de Latina echaron al Zorro Zupe, por lo que ya no formará nunca más parte del staff de “Válgame”.
En un comunicado, la empresa expresó “Latina Televisión ha tomado la decisión de retirar al Sr. Ricardo Zuñiga Peña de la conducción del programa Válgame que se emite por nuestra señal. Reafirmamos nuestro compromiso de entregar contenidos que se vulneran la sensibilidad y estén alineados con los principios de nuestro Código de Ética y Pacto de Autorregulación, por lo que ofrecemos disculpas antes los hechos ocurridos”.
De esta forma se terminan los días televisivos del Zorro Zupe en Latina, y ahora el conductor, ya siendo un desocupado más, tendrá que empezar a buscar trabajo en otros medios o canales donde le den un lugar para poder seguir expresándose.
Tal vez si el Zorro Zupe hubiera cerrado la boca, y no cometía los exabruptos que cometió ahora seguiría trabajando en Válgame donde lo contrataron para hable sobre noticias y temas del espectáculo y no para que se metiera en temas delicados y encima se expresara como un verdadero desquiciado.