Butters acaba de decir que ningún peruano se atrevió nunca
En un país que parece vivir en alerta permanente por la inseguridad ciudadana, las palabras de Phillip Butters han caído como un verdadero misil en la escena política y mediática. El polémico conductor no se guardó nada y, con la vehemencia que lo caracteriza, lanzó una arenga contundente:
“El presidente del Perú es el presidente de las fuerzas armadas y policiales y el monopolio de la violencia. La tiene la policía y el ejército. Paz o plomo. Pero el plomo inteligente no puede ser, no puede haber balacera, porque no podemos ser Trujillo, la capital de la eterna balacera. Hay que obrar con inteligencia para lograr los objetivos estratégicos del Perú. Si no hay paz interna, no va a haber bienestar. Y lo que importa, al fin y al cabo —y esto lo sabe el nene o lo sabe Oviedo—, es ganar. Entiendan, yo soy igualito que los maoístas, pero del otro lado. Salvo poder, todo es ilusión. Hay que agudizar la contradicción. Bacán. Vamos a agudizarla.”
Sus frases, cargadas de fuerza y dramatismo, no solo han provocado reacciones encontradas, sino que también han puesto sobre la mesa un debate crucial: ¿hasta dónde debe llegar el Estado en la lucha contra el crimen y el terrorismo urbano?
El presidente como jefe del “monopolio de la violencia”
Butters recordó una verdad que muchos olvidan: el presidente del Perú no es únicamente un jefe de Estado, también es, por mandato constitucional, el jefe supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. En esa condición, sostiene que debe asumir el control absoluto de la seguridad interna y garantizar la paz a toda costa.
Con un tono desafiante, lanzó la frase que ha resonado en todo el país: “Paz o plomo”. Una sentencia que muchos interpretan como un llamado a enfrentar sin titubeos a las mafias y bandas criminales que mantienen en vilo a la ciudadanía.
“El plomo inteligente”: la guerra contra el caos
Sin embargo, Butters aclaró que su visión no se trata de violencia indiscriminada. “El plomo inteligente no puede ser, no puede haber balacera, porque no podemos ser Trujillo, la capital de la eterna balacera”, afirmó, en clara alusión a la violencia que azota a esta ciudad del norte del país.
Para el polémico comunicador, la clave está en usar la inteligencia policial y militar con precisión quirúrgica. No se trata de llenar las calles de sangre, sino de golpear quirúrgicamente a los cabecillas, a las mafias organizadas y a los grupos criminales que, según él, se han enquistado en las calles y en las propias instituciones.
— sin mermeladas (@sinMermeladaspe) August 28, 2025
Paz y bienestar: dos caras de la misma moneda
En medio de su discurso, Butters lanzó otra frase lapidaria: “Si no hay paz interna, no va a haber bienestar”. Una verdad que muchos sienten cada día en los barrios asolados por la delincuencia, donde salir a la calle se ha convertido en un acto de valentía.
Con estas palabras, el conductor subrayó lo que considera una obviedad que los políticos parecen ignorar: sin seguridad ciudadana, no hay economía, no hay inversión y no hay futuro para el país.



