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Mira la prueba que ahora si acabaría con Gorriti para siempre

Un nuevo escándalo sacude el mundo periodístico peruano y tiene como protagonista al intocable Gustavo Gorriti. Una investigación del analista Gino Román ha destapado una operación inmobiliaria que deja en evidencia el oscuro entramado de intereses que rodea al fundador del Instituto de Defensa Legal (IDL).

Según registros públicos, en 2013 las hijas de Gorriti, Dafna y Galia Gorriti Delgado, adquirieron un lujoso departamento en el distrito de Miraflores por la suma de S/231,000, y lo hicieron al contado, sin financiamiento alguno. Un detalle inquietante salta a la vista: en ese momento, ambas jóvenes tenían apenas 19 años y no contaban con fuentes de ingresos evidentes que justificaran semejante compra.

LOS VINCULOS QUE NADIE QUIERE MENCIONAR

El departamento fue adquirido a la Inmobiliaria Albamar S.A.C., una empresa estrechamente vinculada a Rodrigo Sarria, director de Real Plaza y ligado al poderoso grupo empresarial Intercorp.

El documento, inscrito en el Registro de Predios de Lima, demuestra que la transacción se realizó bajo escritura pública ante el notario Percy González Vigil. Pero lo más llamativo es lo que sucedió después: según la investigación de Román, desde esa fecha el IDL dejó de publicar investigaciones de fondo sobre Intercorp, lo que desata una tormenta de dudas.

«Las publicaciones existentes sobre el grupo empresarial son superficiales y no tocan temas de fondo«, sostiene Román. ¿Coincidencia o evidencia de un favor encubierto?

LAS PREGUNTAS INCÓMODAS QUE NADIE RESPONDE

El silencio es ensordecedor. Gustavo Gorriti, acostumbrado a exigir transparencia y rendición de cuentas a los demás, ahora guarda absoluto mutismo frente a esta grave revelación. Sus hijas tampoco han salido a aclarar el origen de los fondos con los que adquirieron el inmueble.

En redes sociales, la indignación crece. «¿Cómo dos jóvenes sin trabajo pueden comprar un departamento al contado?» se preguntan los usuarios de X. «Si Gorriti presume de ser un periodista impoluto, debería dar el ejemplo y explicar de dónde salió ese dinero», reclama otro internauta.

Mientras tanto, ni Rodrigo Sarria ni la inmobiliaria Albamar S.A.C. han emitido pronunciamiento alguno. El silencio cómplice de los involucrados solo aviva las sospechas sobre una operación que, aunque legal en apariencia, podría esconder un turbio favor dentro de la red de influencias que une al poder mediático con el poder económico en el Perú.

La gran pregunta queda en el aire: ¿Estamos ante un simple negocio familiar o ante la prueba irrefutable de un acto de corrupción descarado? El pueblo merece respuestas, pero hasta ahora solo encuentra silencio y sombras. ¡Que se sepa la verdad!

Periodista Gino Roman revela documento contra Gorriti

GORRITI Y SU RED DE PODER EN LA FISCALÍA

Lo más preocupante de este caso es que cualquier intento de investigación podría ser frenado antes de siquiera iniciarse. Y es que Gustavo Gorriti no solo es un periodista, sino un operador político con influencia directa en la Fiscalía de la Nación.

Con un entramado de contactos que le permite direccionar investigaciones según su conveniencia, Gorriti parece tener el control absoluto sobre los fiscales, asegurándose de que su nombre y el de los suyos permanezcan intocables. ¿Hasta cuándo se permitirá este abuso de poder?

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