Se acabo todo Federico
¡Una bomba que remueve los cimientos del periodismo nacional! El periodista Christian Bayro, a través de su explosivo pódcast ‘Chimichurri’, reveló lo que muchos ya sospechaban: América Televisión está en plena decadencia, y su rostro más icónico, Federico Salazar, está a punto de decir adiós al noticiero matutino después de más de 30 años en pantalla.
Sí, leyó bien. El eterno conductor de las mañanas, quien ingresó a la señal de América TV en 1993, dejará ese espacio histórico. La razón no es un homenaje ni un ascenso… sino una vergonzosa reestructuración por falta de presupuesto. ¡Así como lo oye! El que alguna vez fue considerado uno de los pilares de la televisión nacional estaría siendo reubicado al noticiero de la noche en medio del colapso económico de uno de los canales más grandes del país.
Según Bayro, la decisión de mover a Salazar responde a drásticos recortes presupuestales dentro del canal, lo cual confirma lo que muchos ya comentaban en los pasillos: América TV se está cayendo a pedazos. Y no solo eso. ¡La crisis también alcanzaría a Canal N, que podría tener los días contados!
“No sé si es por un tema de ahorro, pero todo indica que sí. Federico Salazar se va de las mañanas después de 30 años, pero se va al noticiero de la noche, y él estará solo en la conducción”, soltó Bayro, dejando en shock a miles de peruanos que despertaron por décadas viendo al presentador.
Pero la bomba no termina ahí. Bayro también alertó que Gunther Rave, uno de los periodistas más queridos por la audiencia, sería trasladado a Canal N, un canal que está al borde de desaparecer, y donde —según palabras del mismo comunicador— nadie sabe cómo sostener los gastos ni el contenido.
“Él sabe que ese canal de noticias podría desaparecer en cualquier momento”, sentenció Bayro, generando un fuerte eco en redes sociales.
La caída de un imperio mediático
Este terremoto mediático no es casualidad. Desde hace años, América Televisión y su casa matriz, el Grupo El Comercio, vienen arrastrando un desprestigio imparable. Medios vendidos al poder de turno, sin independencia editorial, ni credibilidad alguna, han convertido al otrora gigante del periodismo peruano en una sombra de lo que fue. Un canal sometido, manipulado y arrodillado frente a los intereses políticos más oscuros del país.
Los peruanos ya no confían. Las pantallas dejaron de ser ventanas a la verdad para convertirse en vitrinas de propaganda disfrazada. Federico Salazar, lejos de ser una víctima, ha sido un engranaje clave en esta maquinaria de manipulación, y su salida del noticiero matutino marca simbólicamente el fin de una era oscura para la televisión nacional.
Mientras el canal intenta maquillar los recortes como simples “reorganizaciones”, lo cierto es que la audiencia ya no se deja engañar. La decadencia es evidente. Se acabaron los tiempos de abundancia, los millones de auspiciadores y la influencia política. Ahora, solo queda la cruda realidad: una empresa en crisis, un periodista desplazado y un pueblo harto de la prensa servil.
¿Qué será de Federico Salazar en las noches? ¿Logrará recuperar algo del prestigio que perdió junto con la credibilidad del canal? ¿O simplemente se hundirá junto al barco que ayudó a destruir?