Televisión

Testigo acaba de hundir a Mariela Zanetti

¡Atención, país! Lo que era solo un escándalo doméstico más de farándula se ha convertido en una verdadera tormenta mediática. Y es que la reconocida figura pública Sandra Mathews ha roto el silencio con una revelación que sacude los cimientos del espectáculo nacional: los presuntos maltratos psicológicos sufridos por Gamille Ode, hija mayor del empresario Farid Ode, no serían un hecho aislado, sino parte de un historial perturbador de violencia emocional al interior de la familia Ode-Zanetti.

En un post explosivo en sus redes sociales, Mathews, expareja del polémico Farid Ode, decidió hablar tras años de silencio y sospechas contenidas, afirmando sin titubeos que ya en el pasado había escuchado relatos desgarradores de parte del propio empresario sobre las actitudes hostiles que sufría su hija. Y lo más alarmante: según Mathews, la madre, Mariella Zanetti, no solo lo permitió… ¡sino que lo ignoró!

“Si hago memoria, estas situaciones no son nuevas”, escribió Mathews con contundencia. “He sido testigo por medio de lo que contaba Farid, de cómo en diversas oportunidades han tenido actitudes verbales inapropiadas hacia su hija mayor”.

La denuncia es más que seria. Mathews no está lanzando dardos por despecho, sino haciendo una alerta pública de presunta violencia emocional prolongada. “Me cuesta comprender cómo una madre puede anteponer a una pareja sentimental por encima del bienestar emocional y psicológico de su propia hija”, agregó, visiblemente indignada.

Y es que todo esto surge tras un video viralizado que muestra un fuerte enfrentamiento entre Gamille y su padrastro, Javier Blondet, actual pareja de Zanetti. Lejos de tomar una posición protectora, la actriz y conductora minimizó los hechos, asegurando que solo fue una “discusión casera”. ¿Una simple diferencia o el iceberg de una conducta repetida?

Zanetti, envuelta en la polémica, ha insistido ante los medios que no hay violencia familiar en su hogar. Según sus declaraciones, lo sucedido fue un malentendido agrandado por el sensacionalismo. Pero lo que muchos se preguntan es: ¿cómo puede una madre normalizar este tipo de situaciones si su propia hija está al centro del conflicto?

“Esto ha sido una discusión casera. No se puede calificar de maltrato”, afirmó ante cámaras, restando importancia al hecho que tiene hoy a miles de usuarios en redes sociales pidiendo explicaciones.

Por su parte, Gamille Ode —quien trabaja como tripulante de cabina y ha optado siempre por una vida más alejada del show business— rompió su silencio en Instagram. Pero en lugar de confirmar o desmentir lo dicho por Mathews, intentó desviar el foco hacia la exposición mediática del caso. “Ocurrió un conflicto, que fue grabado y difundido… completamente fuera de contexto”, dijo, visiblemente dolida por el escrutinio público.

Pero, ¿está Gamille siendo presionada para guardar silencio? ¿Por qué su mensaje, en vez de esclarecer, parece cubrir con una manta de ambigüedad la gravedad de lo sucedido?

¡La pregunta del millón queda en el aire! ¿Cuánto más se ha ocultado tras las paredes del hogar Ode-Zanetti? ¿Quién protegerá a Gamille si ni su madre la respalda ante el presunto maltrato? Sandra Mathews ha abierto una grieta que podría convertirse en un abismo.

Mientras tanto, el país entero observa expectante. Porque cuando una hija clama en silencio y una madre opta por el romanticismo antes que la protección, la sociedad no puede quedarse callada. ¡Seguiremos informando!

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