Interés General

Bayly revelo lo que la familia de Vargas Llosa pretendio ocultar

La noticia sacudió al Perú y al mundo entero. Mario Vargas Llosa, el único Nobel de Literatura peruano, el gigante de las letras hispanoamericanas, el eterno candidato al reconocimiento global por su obra y trayectoria, falleció recientemente en Lima, dejando un legado inmortal… pero también una ola de interrogantes.

Ahora, el periodista Jaime Bayly acaba de hacer una impactante confesión desde Miami que podría cambiar todo lo que creíamos saber sobre su partida.

La mañana en que se dio a conocer la muerte del autor de La ciudad y los perros, los medios reportaron que la causa fue una neumonía. Así lo afirmó incluso el abogado Enrique Ghersi, amigo cercano de la familia. La prensa española replicó esta versión sin cuestionarla. Pero algo no cuadraba. Vargas Llosa, de 88 años, había enfrentado altibajos en su salud, pero siempre se mantenía activo, lúcido, escribiendo y opinando con la energía de un joven intelectual.

Sin embargo, Jaime Bayly decidió romper el silencio. Desde su canal en YouTube, el escritor y periodista contó lo que —según él— fue realmente la enfermedad que acabó con la vida del autor de Conversación en la Catedral. Y lo que dijo dejó helados a miles de seguidores: “Cuando ha muerto Vargas Llosa, la familia tuvo la delicadeza de no decir qué enfermedad había matado al Premio Nobel de Literatura”, comenzó relatando con cautela Bayly. “Un amigo de la familia dijo que fue neumonía… pero no es exactamente cierto que estaba sano”.

Entonces vino la bomba.

“Casi con toda probabilidad, tenía un cáncer en la sangre. Eso había debilitado muchísimo su defensa, su sistema inmunológico”, declaró Bayly. Una confesión tan potente como perturbadora. Según él, no se trataba de una neumonía común ni aislada. El organismo de Vargas Llosa ya estaba colapsando a causa de un mal más profundo y letal: un cáncer hematológico, silencioso y devastador.

El conductor peruano fue aún más lejos: explicó que ese tipo de cáncer no tenía cura, que era incontrolable, y que probablemente el Nobel sabía que le quedaba poco tiempo de vida. “Él sabía que se estaba muriendo. El mundo no lo sabía. Nosotros no lo sabíamos”, sentenció Bayly, con una mezcla de tristeza y franqueza.

Pero eso no fue todo.

Jaime Bayly reveló que en junio del 2024 recibió información confidencial: Mario Vargas Llosa acudía de forma regular al departamento de Hematología del Hospital Fundación Jiménez Díaz, en España. Allí se sometía a tratamientos reservados, bajo el más estricto hermetismo. Ningún medio lo reportó, nadie habló de eso… hasta ahora.

“Me dijeron que viene todas las semanas a hacerse un tratamiento de cáncer en la sangre”, afirmó. Y aunque Bayly no pudo confirmar “con absoluta certeza” todos los detalles, su testimonio ha encendido las alarmas en la comunidad literaria.

¿Qué más se está ocultando? ¿Por qué nadie habló antes? ¿Fue una decisión familiar para proteger su imagen pública, su legado, su intimidad?

Como si fuera poco, Bayly también compartió que Vargas Llosa tomó una última decisión trascendental: eligió morir en Lima. “Elige que lo incineren en Lima y arrojen sus cenizas al mar de Paracas, en la bahía. Esa fue su voluntad y se ha respetado”, concluyó.

Pero lo más estremecedor llegó al final de su transmisión:

Con voz pausada, casi quebrada por la emoción, Bayly confesó algo que, según él, no debía seguir ocultando:

“Mario Vargas Llosa murió con un cáncer hematológico. Eso lo sabía su entorno más íntimo. No fue una simple neumonía. Fue el desenlace de una larga y silenciosa batalla que libró en secreto. Él quiso que lo recordemos por su obra, no por su enfermedad. Pero ahora el mundo debe saber la verdad.”

Y así, con una sola frase, Jaime Bayly reescribió el epílogo de una de las figuras más trascendentales de la literatura universal.

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