Se revelo al fin lo que acabo con Mario Vargas Llosa
¡Increíble pero cierto! El secreto mejor guardado sobre los últimos días del Nobel peruano Mario Vargas Llosa acaba de salir a la luz, y lo reveló nada menos que su más íntimo amigo, el abogado Enrique Ghersi. Nadie lo esperaba. Nadie lo imaginaba. Y, sin embargo, ocurrió…
El pasado 13 de abril, el mundo se estremeció con la sorpresiva noticia del fallecimiento de Mario Vargas Llosa, el gigante de las letras hispanas. Pero lo que ahora ha contado Ghersi va mucho más allá del comunicado oficial. Sus palabras no solo pintan el retrato conmovedor de un hombre en sus últimos días, sino que también desvelan detalles íntimos y desconocidos de una figura que, incluso en sus horas finales, seguía siendo un símbolo de fortaleza, humor y resistencia.
¿Qué pasó realmente en los días previos a su muerte? Según narró Enrique Ghersi en una entrevista exclusiva para Panorama, lo que se vivió en su entorno fue un verdadero torbellino emocional. Vargas Llosa había celebrado su cumpleaños número 89 el 28 de marzo. Y no fue una reunión melancólica ni apagada. Todo lo contrario. “Estuvo hasta haciendo chistes, metiendo vicio. Cantamos Happy Birthday y comió su torta”, reveló Ghersi, aún conmovido por la escena.
Lo más impactante es que, apenas dos semanas antes de su muerte, Vargas Llosa fue visto de pie, apoyado en su bastón, rodeado de amigos y familiares, con una sonrisa sincera dibujada en el rostro. ¡El escritor bromeaba, reía y se mostraba vital! Nada hacía presagiar lo que ocurriría apenas días después. El ambiente era de alegría, de celebración, de una aparente salud estable. Nadie —ni siquiera los más cercanos— pudo anticipar el golpe brutal que se avecinaba.
“Fue muy emotivo”, dijo Ghersi sobre la última fiesta de cumpleaños del maestro. “Nadie pensó en ese momento que dos semanas después íbamos a tener la terrible noticia del fallecimiento de Mario”. Sus palabras, cargadas de tristeza, revelan un contraste desgarrador entre el último adiós y la más reciente celebración. ¿Cómo pudo apagarse tan rápido una luz que parecía seguir brillando con fuerza?
En esa misma entrevista, Ghersi habló también del carácter íntimo de la despedida del autor. A pedido de Vargas Llosa, no se realizarán homenajes públicos ni funerales masivos. Él había dejado claras sus intenciones: una partida silenciosa, sin pompas, sin espectáculos. Solo la familia. Solo los amigos más leales. Solo quienes realmente conocieron al hombre detrás del mito.
Y es precisamente Enrique Ghersi quien se ha convertido en el portavoz del alma de Vargas Llosa. “Mario ha sido un hombre que para el Perú ha representado todo en el plano artístico y literario”, afirmó. Pero su legado va más allá de sus novelas y sus premios. Ghersi lo recordó como un defensor incansable de la libertad, como un intelectual que jamás se doblegó ante las modas ni las presiones. “Era un hombre de ideas, de convicciones, y sobre todo, de coraje”, subrayó.
¿Qué fue lo que finalmente venció al Nobel de Literatura? ¿Qué logró apagar la chispa del autor de “Conversación en La Catedral” y “La Fiesta del Chivo”?
Recién al final, con voz apagada y visiblemente afectado, Enrique Ghersi dio la devastadora respuesta: “Una neumonía ha sido finalmente la causa de su fallecimiento. Eso es muy triste”, confesó.
Sí. Una neumonía. Una enfermedad silenciosa, traicionera, que se llevó a uno de los más grandes genios de las letras universales.
Y así se fue Mario Vargas Llosa: de pie, con una sonrisa, rodeado de quienes lo amaban… pero vencido, al fin, por un enemigo invisible. El mundo lo llora. Y su voz, aunque ya no esté, seguirá resonando por siempre en cada página que dejó.