Mira porque Acuña es el ser mas despreciable del pais
Mientras las calles de Trujillo y Pataz se tiñen de rojo por el sicariato, las extorsiones y el dominio de las bandas criminales, el gobernador regional de La Libertad, César Acuña Peralta, disfruta de la vida en Europa como si fuera un magnate intocable.
¡Sí, como lo lee! En medio de una de las peores crisis de inseguridad que enfrenta la región, el cuestionado político decidió tomarse unas “merecidas vacaciones” del 29 de mayo al 7 de junio, dejando abandonado su cargo, una vez más, sin el menor pudor.
Según el documento oficial, Acuña dejó encargado el despacho a la vicegobernadora Joana Cabrera Pimentel, como si con eso bastara para frenar el derramamiento de sangre y el avance del crimen organizado que azota a su pueblo.
Pero lo que ha encendido la indignación nacional es lo que reveló el programa ‘Contracorriente’: César Acuña habría planificado sus vacaciones para poder asistir a la final de la UEFA Champions League entre el PSG y el Inter de Milán, disputada en Múnich el 31 de mayo. Una denuncia que fue rápidamente confirmada por el registro migratorio del gobernador, el cual indica que voló a España el mismo día en que inició su descanso “oficial”.
Y mientras los ciudadanos de La Libertad se encierran en sus casas por miedo a las balas, el gobernador guardó silencio absoluto, sin emitir una sola palabra sobre su sospechoso viaje. ¿Dónde está el líder que prometió luchar por su región? ¿Dónde está el político que juró devolverle la tranquilidad a su pueblo? Pues está en Madrid, o tal vez en Miami, en alguna de sus múltiples propiedades de lujo, como él mismo confesó sin el más mínimo arrepentimiento:
“Tengo mi casa en Madrid, tengo mi casa en Estados Unidos. Es normal que yo vaya a lugares donde puedo estar tranquilo”, declaró el pasado 9 de mayo, con una frialdad que hiela la sangre.
César Acuña ha estado ausente de su cargo por más de 121 días desde que asumió la gestión en enero de 2023. Solo en 2024 ya acumula 45 días fuera del despacho, gracias a licencias aprobadas por un Consejo Regional dominado por su propio partido, Alianza para el Progreso (APP). Un verdadero festín de impunidad y negligencia.
La Libertad se desangra y su máximo representante se da la gran vida en Europa, completamente ajeno a la desesperación de sus ciudadanos. Acuña no solo demuestra una irresponsabilidad alarmante: se ha convertido en el símbolo de la desfachatez, el cinismo y el desprecio más absoluto por el pueblo que lo eligió.
Hoy más que nunca, César Acuña es el político más despreciable del Perú. No por lo que dice, sino por lo que hace —y lo que no hace— cuando su región más lo necesita.
