Pancho acaba de romper su silencio

En una declaración sin precedentes, el reconocido periodista Pancho de Piérola rompió su silencio para hablar sobre los recientes ataques y manipulaciones que lo han involucrado en una polémica con un transexual. En un emotivo mensaje a través de sus redes sociales, Piérola expuso los hechos y señaló lo que considera una trampa elaborada por sus enemigos para socavar su reputación.

El periodista comenzó su testimonio aclarando que no podía dejar que la mentira siguiera avanzando sin ser confrontada. Según relató, todo comenzó una noche del sábado cuando, mientras revisaba su celular y veía videos en la red social de Instagram, se encontró con el perfil de una persona de apariencia femenina. A pesar de la apariencia, Piérola sospechó que el sexo biológico de esta persona era masculino, por lo que dejó un comentario en el video en tono directo pero sin hostilidad: “Eres un hombre, Javier. Acéptate como eres, no pasa nada”.

Lo que parecía un comentario inocente desencadenó una serie de eventos inesperados. Horas después, la persona en cuestión, identificada como Javier, le respondió sugiriendo que, meses atrás, él había besado sus labios en la noche de Barranco. Piérola, desconcertado por la afirmación, decidió no darle mayor importancia, ya que las fechas mencionadas no coincidían con su memoria de los hechos. Sin embargo, al día siguiente la situación dio un giro inesperado.

El supuesto Javier, en un intento por continuar con la narrativa, publicó un video en el que afirmaba con más detalles que en Barranco, en una fecha reciente, ambos se habrían besado. Este video no solo causó revuelo en las redes, sino que generó un cúmulo de especulaciones y rumores sobre la vida privada de Piérola. En respuesta, el periodista reiteró en sus comentarios que hacía más de cinco años que no frecuentaba la zona de Barranco ni lugares cercanos, y sugirió que, si efectivamente había ocurrido algo similar, probablemente no fuera él.

Lo que siguió, según Piérola, fue una serie de manipulaciones y distorsiones de la verdad. El sujeto en cuestión siguió alimentando la narrativa en las redes, y la historia pasó de un simple malentendido a un presunto escándalo, con la inclusión de una fotografía de Piérola. La foto, tomada el 25 de febrero de 2024, mostraba al periodista visiblemente bajo los efectos del alcohol, y se convirtió en la pieza central de la acusación. Sin embargo, Piérola señala que esta imagen, a pesar de ser auténtica, estaba siendo utilizada de manera estratégica para confundir a la opinión pública.

“El problema no está en la foto, ni en lo que algunos quieren hacer creer que ocurrió, sino en la intención detrás de todo esto. Desde el principio, era claro que se trataba de una trampa”, explicó Piérola. Y añadió: “Nunca me acerqué a esa persona con la intención de engañar o de hacerle daño, pero ahora me doy cuenta de que todo esto fue orquestado con un fin específico: desacreditarme”.

El periodista también mencionó la manipulación mediática que ha seguido a esta controversia. Señaló que la persona que lo involucró en este escándalo estaba siendo presentada en los medios como una heroína, lo cual consideraba totalmente injusto. A su juicio, la narrativa construida en torno a su supuesta relación con esta persona no solo era falsa, sino también perjudicial. “No se trata de que me caiga mal la persona o que tenga algo en contra de su identidad de género. Cada quien tiene derecho a vivir su vida como lo desee, pero el resto de las personas también tiene derecho a conocer la verdad. La manipulación que he sufrido es inaceptable”, expresó.

En un mensaje cargado de reflexión, Piérola apuntó que el daño causado por esta situación no era solo personal, sino que afectaba a su entorno, a su familia y a su círculo cercano. A pesar de todo, manifestó que se mantendría firme. “Esto ha sido un golpe, sin duda. Es una carga maliciosa, orquestada por aquellos que no tienen escrúpulos. Pero tengo algo más valioso: mi familia, mis amigos y mi salud. Lo que no me mata, me hace más fuerte”.

La declaración de Pancho de Piérola ha desatado un debate sobre los límites de la manipulación mediática, la privacidad y las trampas digitales. En un mundo donde las redes sociales se han convertido en el escenario principal de batallas públicas, el periodista ha hecho un llamado a la reflexión: “Lo que está en juego no es solo mi reputación. Es la verdad, la integridad y la libertad de cada persona para decidir por sí misma lo que quiere compartir y lo que no”.